En el mundo digital, pocas cosas importan tanto como que tus mensajes lleguen a destino. Pero esa certeza, que hasta hace poco parecía técnica y resuelta, está cambiando radicalmente.
En un movimiento coordinado —y sin vuelta atrás—, Gmail, Yahoo y ahora también Microsoft han subido el estándar de entregabilidad a un nuevo nivel, marcando lo que será la norma para todo el ecosistema del email marketing global. A partir de ahora, enviar correos electrónicos no es suficiente: hay que saber enviarlos bien, cumplir normas cada vez más estrictas y garantizar una experiencia impecable para el destinatario.
¿La meta de estos gigantes? Combatir el spam, proteger al usuario y premiar solo a quienes demuestren buena reputación y responsabilidad técnica.
Y si tu empresa todavía no se ha adaptado a este nuevo panorama, el costo ya no es una tasa de apertura más baja: es la desaparición directa del canal más rentable del marketing.
¿Qué está cambiando exactamente?
1. Autenticación obligatoria para todos
No importa si enviás un newsletter, un correo transaccional o una campaña promocional: si no tenés configurados correctamente SPF, DKIM y DMARC, tus correos tienen altas probabilidades de ser bloqueados. Gmail y Yahoo ya aplican esta política desde febrero de 2024. Microsoft comenzará en mayo de 2025. La diferencia es que Outlook, Hotmail y Live ahora también aplican filtrado técnico automático: si el email no está firmado, no se entrega.
2. Límites estrictos al spam
Google lo definió con precisión: menos del 0,3% de tus correos deben ser marcados como spam. A partir de ese umbral, se activa un deterioro de reputación del dominio que afecta toda tu operación de email. Yahoo y Microsoft comparten esta política, incluso con herramientas internas de scoring que ahora cruzan métricas históricas. Si tu tasa de spam no baja, no hay segmentación que te salve.
3. “Darse de baja” visible, fácil y en un clic
Los usuarios no deben buscar el enlace de baja en letra chica. Gmail ahora exige que el botón de “Unsubscribe” esté en la cabecera del correo, como estándar técnico. Debe procesarse en un solo clic y sin fricciones. Yahoo lo exige con igual rigor. Microsoft aún lo recomienda, pero todo indica que será obligatorio pronto. Ignorar esta tendencia es cavar la tumba de tu deliverability.
4. Reputación técnica del dominio
Hoy, tu dominio tiene una reputación tan o más importante que la de tu marca. Si estás enviando desde un dominio compartido, sin autenticación, sin un sistema de reputación propio y sin herramientas como Postmaster Tools o Microsoft SNDS configuradas… estás volando a ciegas. Y el crash es inevitable.
Lo que muchos no te cuentan: entregabilidad ≠ diseño
En Data Innovation vemos a diario empresas que diseñan emails excelentes pero los envían desde plataformas mal configuradas, con listas obsoletas o sin validación de registros. El contenido importa, sí. Pero hoy, sin estructura técnica, el mejor mensaje es invisible.
La entregabilidad ya no es un problema de diseño ni de copy: es un asunto estratégico. Si tus correos no se entregan, no hay CRM, campaña de retargeting ni embudo de ventas que funcione.
¿Qué debería hacer una empresa hoy?
-
Autenticar su dominio de forma completa (SPF, DKIM, DMARC, BIMI si es posible).
-
Asegurarse de que su proveedor de email permita personalización técnica.
-
Segmentar y limpiar sus listas periódicamente.
-
Implementar herramientas de monitoreo de reputación y feedback loops.
-
Optimizar sus flujos de automatización para responder rápido a las bajas.
-
Adaptarse rápido, antes de que la competencia lo haga primero.
En Data Innovation trabajamos codo a codo con empresas que entienden que el email es mucho más que un canal: es el hilo directo con sus clientes más fieles. Y ese hilo, en 2025, requiere precisión, estructura, estrategia y velocidad de adaptación.
La autoridad la están marcando Google, Yahoo y Microsoft. La decisión la tomás vos.
Hay un detalle que muchas marcas están dejando pasar, y lo están pagando caro: no tener a alguien en su equipo que conozca el terreno técnico de la entregabilidad. Y eso no es solo un error técnico, es una oportunidad perdida de ingresos, engagement y posicionamiento.
En un entorno donde los grandes jugadores ya subieron la vara, no alcanza con hacer lo mismo de siempre. Quienes entienden las nuevas reglas no solo sobreviven, destacan.
📩 Si sentís que tu estrategia de email podría estar en riesgo —o peor aún, si no lo sabés—, es el momento de actuar.
Agendá una conversación con nuestro equipo y te ayudamos a adaptarte antes de que sea tarde.