La Unión Europea ha anunciado un plan ambicioso: destinará alrededor de 30.000 millones de dólares para desplegar centros de datos de gigavatios diseñados específicamente para inteligencia artificial. Se trata de una de las mayores inversiones en infraestructura digital del continente, y un paso decisivo para no quedar rezagados frente a Estados Unidos y China en la carrera global por el dominio de la IA.

Estos nuevos centros no solo pretenden ampliar la capacidad de cómputo, sino también garantizar la soberanía tecnológica europea. La IA exige recursos energéticos y de procesamiento colosales, y hasta ahora el continente dependía en gran medida de infraestructuras ubicadas fuera de sus fronteras. Con este plan, Bruselas quiere consolidar un ecosistema propio que permita entrenar modelos de gran escala y soportar aplicaciones críticas en sectores estratégicos como salud, movilidad, defensa o energía.

Más allá de la capacidad técnica, el proyecto se articula también en torno a la sostenibilidad. Los centros de datos de próxima generación estarán impulsados por energías renovables, con sistemas de refrigeración más eficientes y métricas de impacto ambiental obligatorias. El objetivo es doble: acelerar la inteligencia artificial sin sacrificar los compromisos climáticos de la Unión.

El movimiento de la UE también es político. En un escenario geopolítico marcado por la rivalidad tecnológica, la inversión refuerza la autonomía digital del continente y su poder de negociación con gigantes tecnológicos. Asimismo, ofrece a startups y universidades europeas un terreno fértil para innovar sin depender de recursos externos, reduciendo la fuga de talento hacia Silicon Valley o Asia.

La construcción de centros de datos de gigavatios es un desafío de escala industrial, pero también una declaración de intenciones. Europa no quiere limitarse a regular la inteligencia artificial: busca ser protagonista en su infraestructura. La apuesta por 30.000 millones es, en ese sentido, tanto una inversión económica como un mensaje estratégico.

Fuente: El País – La UE desembolsa 30.000 millones para centros de datos AI de gigavatios