Cuando pensamos en inteligencia artificial, solemos imaginar robots, asistentes digitales, fábricas automatizadas o vehículos autónomos. Sin embargo, uno de los sectores donde su impacto puede ser más transformador —y menos mediático— es la agricultura. Y en abril de 2025, India ha dado un paso firme en esa dirección, anunciando la creación de un centro de innovación en agricultura digital impulsado por inteligencia artificial.
La iniciativa está liderada por la Universidad Agrícola de Bihar, en colaboración con iValue InfoSolutions, Microsoft, Intel y Schneider Electric. El objetivo es ambicioso y directo: iniciar una “segunda revolución verde”, esta vez apoyada por datos, algoritmos y soluciones tecnológicas accesibles para los productores rurales.
¿Qué busca esta iniciativa?
India es un país donde gran parte de la población depende directa o indirectamente del campo. Sin embargo, el sector agrícola ha enfrentado durante décadas múltiples desafíos: productividad limitada, dependencia climática, fluctuaciones de precios y falta de acceso a información en tiempo real.
Con esta nueva alianza, se buscará aplicar IA en toda la cadena de valor agrícola, desde el análisis de suelos hasta la predicción de lluvias, pasando por el monitoreo de cultivos, la detección temprana de plagas y enfermedades, y la optimización del uso de agua y fertilizantes.
El nuevo centro, además de impulsar investigación aplicada, actuará como aceleradora de startups AgTech y como centro de capacitación tecnológica para pequeños y medianos productores.
¿Por qué es tan importante?
Lo revolucionario de este proyecto no está solo en su escala o ambición, sino en su enfoque: democratizar la tecnología para empoderar a los agricultores. Mientras que en otras regiones la IA se concentra en mejorar la rentabilidad de grandes conglomerados agroindustriales, esta propuesta india apuesta por llevar soluciones de alta tecnología a los segmentos más vulnerables del campo.
Y lo hace con una visión inclusiva, orientada a mejorar no solo la productividad, sino también la calidad de vida en las zonas rurales.
¿Y qué implicaciones tiene para el mundo?
En Data Innovation, creemos que este es uno de los mejores ejemplos de cómo la inteligencia artificial puede ser una herramienta de desarrollo y justicia social. Cuando la tecnología se utiliza no solo para optimizar márgenes de ganancia, sino para cerrar brechas estructurales, estamos viendo el verdadero potencial transformador de la IA.
Este modelo no es exclusivo de India. Puede —y debería— ser replicado en América Latina, África y otras regiones donde la agricultura sigue siendo una actividad clave, pero con grandes desafíos estructurales. ¿Qué pasaría si combináramos saberes ancestrales con análisis de datos satelitales? ¿Qué impacto tendría en la seguridad alimentaria si millones de productores tuvieran acceso a recomendaciones precisas basadas en inteligencia artificial?
La IA, bien aplicada, no reemplaza al productor: lo empodera. Y este caso indio es una muestra inspiradora de lo que se puede lograr cuando se alinean visión, tecnología e inclusión.
Fuente: Krishi Jagran – “BAU-led AI collaboration to drive second green revolution in eastern India”